La salud es, según la definición de la Organización Mundial de la Salud, “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. A su vez, la salud se divide en: salud física, salud mental y salud social; todas ellas relacionadas y a su vez interdependientes, de manera que el deterioro de cualquiera de ellas afecta negativamente a las demás.

Tanto la OMS como ACNUR consideran la salud como un “derecho humano fundamental”, lo que conlleva, entre otras cosas, el derecho a la sanidad, el acceso a medicamentos, la prevención de enfermedades y la educación sobre la salud.

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Y aquí es donde entramos nosotrxs con nuestras identidades y sexualidades. La sexualidad es uno de los pilares de la salud social y psicológica, que afecta a nuestra autoestima y a la calidad de nuestras relaciones interpersonales. Por ello, para garantizar una buena salud sexual deberemos conocer enfermedades de transmisión sexual (ETS), que son uno de los agentes que más deterioran nuestra salud. Conocerlas nos ayudará tanto a prevenirlas como a convivir con ellas.

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